"DICHOSOS LOS QUE MUEREN EN EL SEÑOR"

A los 81 años el Señor llamó a su hijo fiel, JOSE MARIA KENNY. El 12 de diciembre a las 7 de la mañana. El día de la Virgen de Guadalupe. Todos los que conocimos los ultimos años de José María sabemos hasta donde el Espíritu Santo había transformado su alma hasta convertirlo en un "varón de Dios", como dice la Sagrada Escritura. Sabemos lo difícil que es mantener una vida de coherencia con lo que uno cree y hace. El lo logró. No en vano los que vimos su cuerpo descubrimos una expresión de paz, casi una sonrisa.
Indudablemente Cristo le retribuirá lo que hizo por su Iglesia. "Ven Siervo bueno y fiel, entra al gozo de tu Señor..." le habrá dicho Jesús.
Todos los que amamos a José María y Ana María sabemos que lo más importante es la oración. Oración no le faltará. Y compañía a Ana tampoco. José María: Que brille para vos la luz que no tiene fin. Amén.